Las uñas del tiempo se hunden en el alma,
en el oleaje de su pelo, en nubes lejanas,
en brújulas de la eternidad
que enmudecen
en paredes desoladas.
En ojos llenos de viento
de niños sin nombre
en las calles de la infancia.
En el cuerpo que se apaga,
en rostros que huyen y regresan
como querubines o fantasmas.
Las uñas del tiempo desgarran las alas
de ocasos espurios
que surcan espejos
para morir en mi almohada.
Detrás de los espejos
el tiempo se alarga.
Detrás de los espejos,
serena, ancestral,
intuyo tu mirada.
Bien. Me gusta mucho.
ResponderEliminarNegro, largá todo y dedicate a la literatura.
ResponderEliminarNo creas que no lo he pensado. Pero si me dedico a la literatura, mi salario dependería exclusivamente de mi talento personal. Con esa miseria me muero de hambre, hermano.
EliminarBuenísimo, me gustó mucho. Gracias me hizo pensar....
ResponderEliminarCha' gracia... cha' gracia
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