jueves, 28 de junio de 2012

Las patéticas aventuras del patético Pelu, Parte 4



     Son las 3 de la mañana y acabo de ver a Pelu deambular en calzoncillos por el pasillo. Traía un mate en la mano izquierda y, a modo de bombilla, un cepillo de dientes. Sus desconexiones han sido más frecuentes últimamente. Volví a meterme al cuarto, cerré la puerta e intenté dormir como la gente normal: soñar que estoy en la selección, que meto el gol del siglo en la última de las finales del mundo, soñar con la chica de la panadería, soñar con libros que leo y que escribiré y que la chica de la panadería (¿cómo se llamará?) leerá, soñar que ella llorará al leer lo que escribo… soñar. Pero no hay caso: no me puedo sacar de encima la imagen de Pelu en paños menores arrastrando su sombra entre las sombras de la casa. Todavía escucho el tintineo del cepillo de dientes contra el borde del mate. Se acerca por el pasillo. ¡Qué ganas de romper a estas horas el Pelu este, viejo! Ahora no escucho nada. Seguro que está parado, ahí afuera, pensando quién sabe qué, viendo quién sabe qué. Me parece que el picaporte de la puerta se está moviendo. Sí, el infeliz quiere entrar. Tengo que cortar. 
 

5 comentarios:

  1. Pelu sabe que estás dentro y por eso mueve el picaporte. Pero muchas veces no llama. Si duermes, se queda embobado oyéndote roncar. Si no estás, te cambia las cosas de los cajones de sitio para darte mensajes secretos.

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    1. Curioso que menciones eso, Francesc, porque me ha pasado de encontrar objetos personales donde menos lo esperaba. Una vez hallé, después de meses de buscar a lo tonto, una cadenita de oro que me había regalado mi abuela. Estaba dentro de una lata de peras en almíbar... cerrada. Nunca supe cómo lo hizo, pero sé que fue Pelu.
      Gracias por darte una vuelta por el blog. Saludos!

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  2. Bueno, este Pelu es un demente. Un mate con un cepillo de dientes como bombilla. Y encima desconectado como está él. Es terrible.

    Lo de soñar... quién no ha soñado todo eso no? Lo de meter el gol en la final del mundial, es un clásico en esas noches en que doy vueltas y vueltas.

    Abrazo

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    1. Sigma, gracias por darte una vuelta. Saludos!

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    2. Si habré metido goles en mis sueños... en la realidad tambien eh, ojo!

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